¡Marín no!


Diseño: Annaisabella


A sólo unas semanas de haber dejado mi ciudad natal, me indignan el cinismo y el autoritarismo del alguna vez considerado sereno gobierno estatal. Anoche por mi amigo Leonel, y hoy por mi amigo Luis Ricardo me entero de las estupideces que nuestro enano gobernador Mario Marín se complace en hacer -no lo sabía, pues no he visto TV ni he escuchado la radio, y pues ni siquiera había revisado noticieros en internet-.

Censura y represión. Si de por sí todos sabemos que a los políticos no les gusta que les saquen sus trapos al sol, esta vez Marín ha llegado demasiado lejos, encarcelando a Lydia Cacho por órdenes del empresario Kamel Nacif. Hay precios, hay quienes venden su alma muy cara, muy muy cara, y hay tontos que lo hacen por dos botellas de cognac. Le di un coscorrón a esa vieja, dice el gobernador Marín. Tú eres el héroe de esta película, remata Nacif.

¿Haremos algo al respecto o dejaremos que la indiferencia y la impasibilidad actúen por nosotros?

Reportajes de La Jornada.

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