Este hombre es africano, nació en Rhodesia, antigua colonia británica, hoy conocida como Zimbabwe. La historia de este país (como la de quizá todos los pueblos estigmatizados por la colonización extranjera) está llena de dolor y sufrimiento. Actualmente, después de muchos conflictos armados de guerrillas, está bajo el dominio del dictador Mugabe, quien gobierna con el terror, el abuso del poder y la intimidación.
Aqui es donde Chaz entra en el juego. Él vivió en Inglaterra y al terminar sus estudios su gran sentido nacionalista lo hizo regresar a Zimbabwe, donde su activismo político por la democracia, lo llevó a ser declarado persona non-grata con la amenaza de prisión y muerte.
A pesar de todo, Chaz no se amedrentó y hasta el día de hoy es reconocido como un gran defensor de los derechos y la dignidad humana, además de ser un excelente diseñador gráfico.
Vean su trabajo y juzguen ustedes mismos.
---------------------------
UPDATE (muy pero muy a posteriori)
Según mi amigo Alonso, me he portado muy mezquino y simplón en mis comentarios. En nuestros diálogos, hablamos y hablamos de temas que bien podrían aparecer aquí y hacerme un blogstar (jaja), sin embargo, al momento de intentar pasarlos pa'ca la cosa se pone difícil. Este es otro de mis intentos de redención, de hacer las cosas bien y como se deben, no solo dejar las cosas tibias.
Como bien mencioné, Chaz es reconocidísimo en el mundo de los poster designers, es y será siempre un emblema africano del diseño de carteles. ¿Por qué? Las razones son muy simples. Ama su trabajo y ama su país.
Chaz está obviamente influenciado por los cartelistas polacos, usa el lenguaje metafórico propio de aquellos maestros, siempre tomando como objeto de estudio principal el cuerpo humano, dándole nuevas características y propiedades semánticas al fusionarlas con objetos de diversas naturalezas. Si la comunicación es palabras y esas palabras se convierten en signos y símbolos, una metáfora lingüística bien puede ser llevada a la gráfica, logrando un nuevo lenguaje, rico en connotaciones y percepciones de ideas y conceptos.
Chaz aprendió y ejerce bien esto, sumándole su calidad técnica, que dentro de los cartelistas contemporáneos solo encuentra igual en Michal Batory, ambos maestros del cartel foto-metafórico. Es impresionante lo que una excelente herramienta (God save Photoshop) puede hacer en las manos de un excelente diseñador. La fotografía no miente, dicen por ahí; entonces los carteles de Chaz son una verdad imponente que desmiente la realidad social en la que son expuestos.Esta es quizá la mejor de las cualidades de sus carteles: el medio en el cual son expuestos y distribuidos. En un país reprimido políticamente, Maviyane-Davies se atreve a contradecir los discursos oficiales y a fomentar la participación ciudadana en los asuntos públicos, cosa nada fácil para un pueblo acostumbrado a obedecer. Este diseñador además, al amar a su país ama a su gente y a su raza. En un mundo predominantemente blanco, los carteles de Chaz hablan de la raza negra, la dignifican y enaltecen ante los ojos del mundo.
Yo también quiero amar así mi trabajo y a mi gente.