Stefan Sagmeister en México

Diseño: Stefan Sagmeister

CENTRO de diseño, cine y televisión se complace en invitarle
a la inauguración de la exposición

Is it possible to touch somebody's heart with design?
Exposición del diseñador Stefan Sagmeister

Inauguración
Jueves 17 de agosto, 20.00 hrs

Conferencia magistral por Stefan Sagmeister
Jueves 17 de agosto, 18.00 hrs

Hasta el 24 de septiembre de 2006
Sierra Mojada 415, Lomas de Chapultepec, México D.F. 11000
Tel. 5201 8896

www.centro.org.mx


* Prometo hacer después una anotación digna de Stefan Sagmeister. Pero de hecho, si no lo conocen... ¡no han vivido! ¡No pueden faltar a este evento!

¡Sufragio efectivo, no imposición!

Diseño: Jorge Garnica

México hoy es un país dividido, social, política e ideológicamente. La democracia sigue siendo una utopía lejana y al parecer inalcanzable e irrealizable, sobre todo porque nuestro gobierno ha demostrado ser el mismo de siempre, hambriento de poder, y hambriento de retenerlo a cualquier precio; sumado esto a nuestra mezquindad -unos que no votamos, otros que votaron inconscientemente, otros que vendieron su voto, otros por creer ciegamente en instituciones corruptas, otros por simple antipatía, negligencia o impasibilidad-.

Independientemente de nuestras preferencias políticas individuales, sabemos perfectamente que el IFE ya no es confiable, y que los medios, las empresas, las instituciones y demás organismos estatales se han confabulado para imponer a un candidato que, bien sabemos, no ganó limpiamente. La campaña del miedo social, la intromisión del PAN al padrón, los favoritismos, las amenazas, los presos políticos... Sé que muchos votaron por Calderón, y la decision individual es completamente respetable; sin embargo creo aunque hayan votado por él pueden darse cuenta de que no ganó legítimamente, sino que en el proceso demostró no solo no tener limpias las manos, sino estar sumergido en un lodazal.

La invitación es, lejos de partidismos, a la organización ciudadana, a la manifestacion de nuestro agravio por los insultos a nuestra dignidad, inteligencia y derechos civiles. Dejando de lado las preferencias políticas, este ejercicio, antes que apoyar o denunciar a cualquier candidato, es una expresión y exigencia del respeto de la voluntad popular. De esta manera demostrar que somos nosotros quienes gobernamos realmente en México. Que el gobierno, cualquiera que sea, sepa que debe temer y respetar a la gente, y no a la inversa.

Voto por voto.

El título de este post es una frase de Andrés Ramírez.

¡El Estado no es la Patria!

Diseño: Jorge Garnica

Definir lo que es un Estado es algo complejo, pues es comprendido por múltiples asepciones. Para algunos, significa nación, sociedad, historia... para otros es el conjunto de instituciones y organismos que rigen un territorio determinado y que imponen, además de una forma de gobierno y un conjunto de leyes, valores nacionalistas históricos -sic- que unifican a la población.

El Estado Mexicano es un proyecto convocado por la delegación Gustavo A. Madero de la Ciudad de México, en el cual inicialmente invitaron solo a artistas plásticos. Debido a la baja calidad de la obra, un conjunto de diseñadores fuimos invitados a participar -sé que soné sangrón, pero vean la colección por ustedes mismos en el blog de Renato-. Las obras fueron impresas a gran formato y colocadas en algunas avenidas de la ciudad.

¿Qué es el Estado Mexicano? ¿Cómo lo comprendemos? De manera personal, antes que comprender al Estado como nación -que también lo es-, opino que es esa institución impositiva y egoísta que se beneficia a costa de la negligencia cómplice de los ciudadanos. Aquellos sermonean con la viga en el ojo, demagogos que nacionalizan autómatas, que roban, estafan, engañan, asesinan, violan impunemente. Llámese gobierno, partido, empresa, medio de comunicación, iglesia. A propósito del nacionalismo y los símbolos, propongo esta imagen. ¿Ofensiva, antipatriótica?

El diseño fue usado para este proyecto y recientemente se incluyó en la exposición colectiva Voto por Voto de la Alameda, la cual, como quizás algunos sepan, fue destrozada y posteriormente restaurada -cortada y luego cosida, pues-. El título de este post es una frase de Leonel Sagahón.

Lo que todo ciudadano quisiera (no) saber de su patria

Diseño: Magallanes- Garnica/La Máquina del Tiempo

México, lo que todo ciudadano quisiera (no) saber de su patria, escrito por la politóloga Denise Dresser y el novelista Jorge Volpi, es un libro que, irónicamente estructurado a manera de libro de texto, nos narra la Historia de México que conocemos pero que todos negamos saber, de una manera crítica, certera, sarcástica y mordaz.

Una revisión de la Historia oficial redactada al calor de unos pulques por un grupo de intelectuales famosos, esa que nos enseñan en la escuela y que aprendemos de memoria; personajes, hechos, simbolismos y moralismos que hacen de nosotros unos nacionalistas ramplones, ciegos voluntarios gobernados por tuertos, estrábicos, miopes y astigmáticos.

Sin embargo, como mexicanos, no podemos llorar sin, a la vez, reir: el libro es pura ironía, de esa que nos hace la vida mejor a pesar de nuestras desgracias. Sin embargo no intenta ser una risa pasajera, llevadera, sino aquella que nos hace burlarnos de nosotros mismos, ver nuestros defectos y abochornarnos, hacernos concientes:
Entre carcajada y carcajada el libro intenta revelar verdades dolorosas que no podrían ser expuesta de otra manera. Intenta enseñar lo que es y no lo que debería ser; ir más allá de lo que quienes gobiernan quieren que sepamos del país y de nosotros mismos. Como la respuesta satírica de nuestra generación, el libro le pide al país que se ria de sí mismo pero también que se examine a sí mismo. Como la version mexicana del libro de Jon Stewart, America: The Book, está hecho para hacer reír pero también para hacer pensar. Exige ver la mexicanidad de manera más honesta, al poner a la historia oficial de cabeza para que podamos mirar lo que hay detrás de ella: el racismo, el autoritarismo, la corrupción, la impunidad, una clase política fracasada y una ciudadanía impasible, invisible.

En suma, esta obra no sólo se burla de los aspectos más negros de nuestro país, sino que anima a sumarse a esa legión de mexicanos críticos que ya no están dispuestos a tolerar tantas mentiras, tanta impunidad, tantos abusos. Aspiramos a que este libro se convierta en un espejo de la realidad histórica, política y social de nuestro país, en una bomba de tiempo en manos del lector.
El cartel que muestro arriba es parte de la campaña publicitaria del libro, el cual fue diseñado en la Máquina del Tiempo -el primer proyecto en el que participé-. Un gran reto y un enorme placer, pues además de colaborar con Dresser y Volpi y un magnífico equipo editorial, trabajé al lado de Alejandro Magallanes y de mi antihéroe favorito: José Quintero.

Digo que fue un reto pues es un libro de 336 páginas, casi todas ilustradas, que debía terminarse en menos de dos meses, marzo como límite. A la fecha, el libro lleva ya seis reimpresiones, cerca de 90,000 ejemplares vendidos -a pesar del veto en Sanborns-, mucha crítica cosechada y conciencias alborotadas a lo largo del camino. Lamento no haber publicado esto antes, pero saben que esta bitácora rancia se actualiza cada que Dios quiere...