Aprender haciendo: Ñiko

Una de las grandes cualidades de Antonio Pérez Ñiko sin duda es su gran calidad y talento en el diseño de carteles. Cubano avecindado en México desde hace unas décadas, disfruta la vida con gran humor, siempre con optimismo; esto se refleja en el vivo colorido y en las felices formas de sus imágenes las cuales por alegres no se hacen, sin embargo, fáciles, obvias, simples ni superficiales. Hay en sus carteles un gran compromiso con el contenido y la forma, con el pensamiento racional propio de un hombre culto, apasionado por el diseño y capaz de esforzar al máximo la mano, la inteligencia y el corazón.

Sus affiches tienen un estilo puramente cubano, fruto de las influencias del arte pop y su amalgama con la idiosincrasia caribeña. El color, la forma y la tipografía al servicio de la serigrafía, característica que marca toda una época en la producción de imágenes de la isla. Conceptualmente, Ñiko se vale siempre del uso de recursos retóricos, el símbolo y la metáfora, para transmitir un mensaje de una manera ingeniosa, sorpresiva, inteligente extraordinariamente objetiva y crítica en algunos casos.


Sin embargo es por otra cualidad por la cual admiro a Ñiko y por la cual le dedico esta anotación. He mencionado anteriormente algunos de mis mejores profesores, grandes personas y diseñadores los cuales me orientaron y encaminaron hacia una vida en el diseño, por y para él, despertando en mí una conciencia acerca de la responsabilidad inherente que trae consigo el convertirse a uno mismo en comunicador.

Ñiko es además de un gran diseñador, un gran profesor, comprometido con los estudiantes y formador de muchas generaciones de diseñadores en México. Él dice que no hay otra manera de aprender a diseñar, que diseñando. Aprender haciendo, pues es solamente mediante la experiencia propia y la práctica diaria que aprendemos a discenir los caminos que tomamos para resolver nuestros problemas. Este camino empírico-práctico por supuesto que debe ir acompañado de conocimientos teóricos, culturales e intelectuales. Ñiko siempre motiva el autodidactismo y el interés por los quehaceres humanistas.

Gracias Ñiko.


A continuación, coloco un fragmento de uno de sus ensayos, el cual terminará de aclarar la idea principal de este post.

Acumular, construir y conformar: una obligación (fragmento).
por Antonio Pérez González Ñiko

"El método activo –aprender haciendo- por el que el alumno crea su propio conocimiento con la memoria de la experiencia, antes que con la memoria de la palabra." Joan Amós Comenius

Siempre, he pensado que el llamado proceso Enseñanza-Aprendizaje puede convertirse en un concepto algo restringido para el conocimiento. Enseñar es mostrar. Aprender es asimilar. Ese didactismo puede ser fatal a la hora de aceptar los conocimientos de un resultado más acorde con las necesidades del mundo actual. Nos hace menos analíticos, menos reflexivos…

…Quizá ya es tiempo de plantear otro término que sea más abarcador, más actual, más moderno y consecuente con el desarrollo del conocimiento de esta época contemporánea. Tal vez, podríamos enfrentar un concepto como de acumular, construir y conformar conocimientos a partir de estructurar diversos pensamientos y a la vez, aglutinar experiencias de la vida diaria. Ese sería el ideal del proceso de mejorar los resultados del conocer.

Es que, si seguimos con el término enseñar, estaríamos hablando de descubrir los niveles diversos del conocimiento, pero siempre a partir de una segunda persona. Pero, si aplicamos el concepto de acumular, construir y conformar puede ser un proceso totalmente individual…

…En el proceso Enseñanza-Aprendizaje hay una preocupación por cumplimentar los programas de estudios, no por crear materias que estén vinculadas con el saber diario, con el conocer de la vida cotidiana. Como por ejemplo, cómo vestirnos, cómo comer mejor, como ambientar nuestro espacio de vida de manera económica y con cierto gusto, como procurar hacernos más humanos… …Cómo disfrutar, en fin, de todo el conocimiento que nos depara el vivir para aplicar la inteligencia en función del proceso creativo del diseño…

…Aunque el adentrarse en cada generación representa una multiplicidad de preocupaciones y exigencias diferentes. Lo único que se mantiene inalterable es el deseo de conocer y también la ignorancia y casi desidia de los problemas sociales de su momento histórico. Conocer su entorno, lo que pasa en su espacio cultural, en su historia, serán los antecedentes para un mejor desarrollo como creador gráfico y también como humanos sensibles, los que debemos acatar para mejorar cualquier generación futura de estudiantes…

…Un maestro de diseño debe despojarse de su individualidad, debe ser testigo de un proceso de formación, que se convertirá en mostrar el camino de lo nuevo, de que el estudiante que está bajo su tutela es un ser vivo, pensante, creativo y con su perfecta y definida individualidad, pero no así con la experiencia de conocer todo lo que le brinda la vida diaria. No es un ser reflexivo, debemos ayudarlo. No es analítico, debemos enseñarle el camino. Necesita del ejemplo, debemos respetarlo en su capacidad creativa. Él nos respetará y agradecerá el esfuerzo…

…Los maestros debemos aprovechar este tiempo en común para mostrar el camino del conocimiento claro y preciso. Desarrollar las habilidades manuales y de la inteligencia con sabiduría.

El maestro debe estar preparado, en cualquier nivel de la enseñanza, para asumir el papel de formador y no de lastre de la conciencia y del conocimiento, debe darse cuenta, que es por siempre un eslabón del proceso cultural de cualquier ser humano. He ahí, su magnífica responsabilidad. Porque si no lo hace, dejará la huella de una enseñanza y de un ser humano deficiente.

En el nivel universitario, lo primero que debemos hacer es eliminar el cordón umbilical maestro-alumno y participar en la creación de un individuo con criterios para enfrentar el conocimiento de manera científica, de manera intelectual, pero también muy humana. Es una pena, que no se piense que la total capacidad en la materia que pretendemos enseñar sea un aspecto decisivo, serio, profesional y por supuesto ético. Que el daño que hagamos en este nivel es irreparable, irreversible.

El maestro que profesa debe ser suficiente, capaz en el contenido que impartirá y no sólo pretender ser un trabajador de la enseñanza, lleno de contradicciones y lo peor, ignorante y esquemático con el conocimiento de la materia con la que está responsabilizado. Hay que dar seguridad a quienes tienen su confianza depositada por entero en tu saber…

…Nada mas real, nada más exacto para ser respetados.